Roncar no es saludable: consejos

Roncar son sonidos respiratorios profundos, fuertes y molestos que tienen lugar durante el sueño como consecuencia de una obstrucción parcial de la respiración mientras se duerme a consecuencia de las dificultades que se encuentra el aire al pasar por la parte posterior de la boca y la nariz.


Aunque este incómodo sonido no se considera una enfermedad, es un inconveniente para el roncador y su entorno. No obstante se debe acudir al especialista cuando el ronquido sea excesivamente molesto y se quiera mejorar la calidad de vida.




Según los datos de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica el 50% de los hombres y el 25% de las mujeres roncan. Afecta a mayor número de hombres que a mujeres, especialmente entre los 50 y 60 años., con los años la vía aérea se hace más estrecha y se pierde tono muscular en la garganta, con lo cual el flujo de aire inspirado es más dificultoso y favorece el ronquido. En menor porcentaje, pero también presente alrededor del 10-12% de los niños también ronca, en estos la principal causa son unas amígdalas grandes.

Roncar puede darse en episodios pasajeros provocado por un catarro, alergia o por beber alcohol, o en las mujeres  a causa del embarazo. Pero el problema surge cuando el ronquido se hace cotidiano.

En este caso lo primero que debe descartarse es que esté asociado a una “apnea del sueño” que provoca pausas respiratorias durante el sueño. Para ello un especialista neumólogo valora la situación.

Cabe tener en cuenta que el origen del ronquido puede residir en la anatomía de la persona, en este caso la valoración la tendrá que hacer un otorrinolaringólogo o un especialista en cirugía maxilofacial.

La postura que se adopte al dormir también influye en el ronquido. Dormir boca arriba lo facilita, aunque puede aparecer en cualquier posición.

Cuando el roncar se hace de forma habitual se convierte en un auténtico problema de salud para el que lo sufre y también para los que le rodean. Sin duda hemos escuchado más de una vez frases como “has dormido como una marmota, a pierna suelta…como roncabas”, relacionar el roncar con el buen dormir es un término equivocado, nada más lejos de la realidad.

Otra causa del ronquido puede ser el sobrepeso y obesidad, los obesos tienen 5 veces más probabilidades de roncar y está demostrado que pequeñas pérdidas de peso implican una importante reducción de los ronquidos. Si unimos a adelgazar hacer ejercicios que nos ayuden a fortalecer la musculatura respiratoria y prevenir la obesidad, al menos 4 horas a la semana, las posibilidades aumentan.

Es importante tener conocimiento de si se ronca ya que puede ser síntoma de una enfermedad, aunque no suele ser lo general. La mayor parte de los casos son ronquidos simples que no se asocian a ninguna patología.

En estos casos existen unos pequeños trucos para poner en práctica y poder reducir el ruido e incluso eliminarlo:

  • Dormir de lado. Hay que evitar dormir boca arriba. De lado la posición anatómica de la vía aérea es más favorable y está más abierta y reducirá significativamente los ronquidos.

  • Evitar el consumo de tóxicos (tabaco, alcohol, estimulantes). El tabaco es malo para todo. Más aún para quienes roncan. Produce una inflamación en la vía aérea superior y eso puede favorecer el ronquido y las apneas.

  • La pérdida de peso, si es el caso. Se puede desarrollar un síndrome de desregulación del centro respiratorio a nivel neurológico que favorece el ronquido y  las apneas. Volver al peso ideal puede hacer desaparecer el problema.

  • Ante un catarro o congestión nasal puede ayudar las tiras nasales.

Para el que escucha el ronquido:

Quién soporta los ronquidos de su compañero sufre más que el propio roncador. Según una encuesta de la Fundación Nacional del Sueño, alrededor de un 25% de personas han visto disminuir la calidad de su sueño a causa de los ronquidos de su compañero de cama.

Existen numerosos remedios caseros que supuestamente, puede llevar a la práctica el compañero de cama del roncador para ayudarse en su descanso.

  • Partir una cebolla por la mitad y colocarla en la mesilla de noche.

  • También un vaso de agua con bicarbonato

  • Ponerse tapones podría ser otra solución pero muchas veces no es suficiente para bloquear el ruido.-Existen en el mercado una serie de dispositivos basados en la llamada “tecnología de cancelación de ruido” los llamados audífonos inteligentes. Crean ondas para reducir los ruidos externos y emiten sonidos relajantes para favorecer el sueño.




  • También podemos recurrir a sacudir al compañero de cama que nos está molestando con esos ruidos tan molestos. Esto puede hacer que vuelva al silencio, aunque tal vez por poco tiempo.

Como sobrevivir a una noche sin dormir

 

La falta de sueño no sólo afecta a nuestra vida laboral, también a nuestra salud

 

Pasaste una noche sin dormir y debes sobrevivir el resto del día sin quedarte dormido.

Pasar noches sin dormir tiene efectos perjudiciales para la salud. Bien sea por ocio, por insomnio o por alargar más las horas laborales, muchas veces hacemos del horario nocturno, el que debiera ser para dormir, un horario flexible al que echamos mano según las necesidades o gustos. Desde luego no es recomendable y debemos evitarlo y hacer que sean pocas las excepciones a la norma.

Tras una noche sin dormir, lo mejor es descansar, si esto no fuera posible y tuviéramos que cumplir con nuestro horario de trabajo  hemos recopilado unas sugerencias científicas para poder mantenerse despierto y activo tras una noche en vela.

 

Consejos Para sobrevivir a una noche sin dormir:

Levantarse cuando suene el despertado es primordial, querer recuperar las horas de sueño por la mañana no es la mejor opción. Aunque nos resulte muy difícil, debemos ponernos en pie siguiendo la rutina de todos los días. Dormir en horas que normalmente solemos estar activos perjudica el reloj interno. De esta forma al llegar la hora de acostarnos tendremos sueño y podremos recuperar el horario normal que se había visto interrumpido.

Una ducha matinal, con agua tibia, que tienda más bien a fría, estimulará nuestra circulación sanguínea y despertará los músculos,  hará que espabilemos para empezar el día tras esa noche sin dormir.

 

Una ducha tibia ayudará a combatir el sueño y cansancio

El desayuno nos ayudará a mejorar el estado de ánimo. La cafeína es un buen aliado para luchar contra el cansancio, un buen café o también un té rico en teína nos ayudará a pasar mejor la mañana. No conviene abusar tampoco, nos puede causar nerviosismo y no nos ayudará a concentrarnos.  Es conveniente evitar el azúcar, esta nos subiría el índice glucémico con rapidez, el nivel de energía se disparará para después caer empicado y podría producir más sueño. Ingerir proteínas sin embargo nos mantendrá en alerta, una buena opción sería comer huevos, carne, nueces y yogur griego. Nos darán sensación de saciedad y mantendrán la energía suficiente durante todo el día.

Hidratarse es muy importante, es recomendable beber agua o bebidas hidratantes a lo largo de todo el día. La deshidratación, aunque sea leve hará que los síntomas de la falta de sueño se manifiesten y se sienta cansancio, sueño y dificultad para concentrarse en las tareas. No beber alcohol ya que esto ayudaría a una más pronta deshidratación.

Renuévate con la luz del sol, subir persianas y correr cortinas, la luz activa el organismo. A primera hora nos dará energía para comenzar la jornada y si se puede trabajar cerca de una ventana o hacer descanso con cierta frecuencia al aire libre ayudará a combatir el sueño tras la noche sin dormir y aumentará el estado de alerta..

En el trabajo es buena idea clasificar, si pudiera ser, las tareas. Las de mayor dificultad por la mañana y las más sencillas por la tarde ya que los ritmos circadianos naturales del cuerpo están más lentos y el cansancio será más acusado.

Hacer algo de deporte por la mañana, preferentemente temprano, el ejercicio nos estimulará.

 

El deporte a primeras horas de la mañana será un aliado

Se recomienda interactuar con la gente, charlar un poco con algún compañero, 10 minutos de conversación ayudan a experimentar un aumento en las funciones cognitivas, como la atención y el pensamiento flexible. Levantarnos del puesto del trabajo, caminar un poco al aire libre, evitar la pasividad para que la somnolencia no se vaya apoderando de nosotros.

El cuerpo tiene un bajón natural a las 6 u 8 horas después de despertarse. Es muy tentador en este momento un rato de siesta, esto después de una noche sin dormir puede empeorar el estado y despertarnos peor que antes de dormirnos. En el supuesto que el cansancio sea ya agotador se puede dormitar en un lugar no muy cómodo 20 minutos o media hora como mucho, esto refrescará la mente y dará energía para terminar la jornada. Aunque también pudiera ocurrir que lejos de favorecer el rendimiento intelectual, al mejorar la alerta, la capacidad psicomotriz y disminuir la sensación subjetiva de somnolencia nos despertemos con sensación de necesitar dormir más, de encontrarnos destrozados y vencidos.

 

Las últimas horas de la jornada pueden llegar a ser agotadoras

Llegado este punto si se puede salir antes del trabajo sería lo mejor, el trabajo que podamos hacer en esas condiciones seguramente no sea el que debiera.

Estos consejos están enfocados a una noche trasnochada, no es recomendable que la falta de sueño sea la regla y no la excepción. No dormir cansa más que una maratón.

Cuando trabajamos sin haber dormido las horas necesarias nos encontramos irritable y no rendimos igual. Esto quiere decir que los tiempos de reacción aumentarán y es posible que nos olvidemos de muchas cosas. Y más importante todavía no descansar lo suficiente tiene muchas consecuencias graves para nuestra salud. Comenzar el día tras una noche sin dormir, también.

La buena noticia al acabar esta ardua jornada es que las posibilidades de pasar una buena noche de sueño reparador futura se han multiplicado.