Como el dormir en un colchón viejo afecta a la salud

El descanso es parte primordial de la vida porque a través de él reponemos energías y se llevan a cabo muchas actividades, que regulan y restauran el cuerpo diariamente.

Muchas personas ignoran las consecuencias de dormir en un colchón viejo. Tanto médicos como asociaciones y profesionales del descanso coinciden en que no dormir bien ni dormir las horas necesarias por la noche ocasiona perjuicios para la salud, haciendo a las personas más propensas a desarrollar enfermedades. 

A lo largo de nuestra vida, pasamos un tercio de ella durmiendo, es por ello que debemos cuidar la calidad de nuestro descanso. El colchón es el componente fundamental para conseguir un descanso correcto. Sin embargo, muchas personas pasan por alto su importancia y siguen usando un colchón viejo, que no proporciona el soporte y comodidad adecuada.

El colchón como todas las cosas también tiene una vida útil. Con el paso de los años el colchón pierde resistencia y comodidad. Asocama recomienda cambiarlo cada 8 ó 10 años. Este periodo muchas veces se ve acortado dependiendo de la calidad del colchón.

Vamos a deciros una serie de problemas de salud ligados muchas veces a dormir en un colchón viejo.

  • Molestias y dolores: Cuando un colchón pierde el confort y la amortiguación se adoptan posturas incorrectas que afectan directamente a los músculos, sufren los ligamentos, tendones, articulaciones y la columna vertebral, dando lugar a molestias y dolores de cuello y espalda.
  • Alergias: El colchón es un nido de ácaros y bacterias que pueden provocar alergias y crisis de asma. Es necesario seguir las necesarias normas de limpieza y mantenimiento para disminuir este riesgo. En un colchón pueden habitar gran número de ácaros, hasta dos millones, estos se alimentan de restos de descamación humana, de cabello y uñas. Concretamente se alimentan de 50 millones de escamas cutáneas que eliminamos mientras dormimos. En efecto 0,25gr. de escama puede alimentar a varios millones de ácaros durante 3 meses. Y además estos se reproducen a una velocidad vertiginosa. A lo largo de la vida útil del colchón, aun realizando un buen mantenimiento se acumulan abundantes ácaros y bacterias. Es por ello que es un motivo para no alargar la vida del colchón más de lo aconsejado.
  • Afecciones de corazón: Los ataques al corazón y los accidentes vasculares suelen darse a primeras horas de la mañana. Esto puede ser porque el sueño ha interactuado con los vasos sanguíneos. El no dormir bien incrementa estos efectos.
  • Estrés y problemas de memoria: El no dormir bien resta bienestar, el cuerpo entra en un estado de estrés para protegerse de los agentes externos, es decir, el organismo está en alerta máxima. Esto hace que la presión arterial sea alta y que los ataques cardíacos sean más propensos.
  • Insomnio: Si dormimos sobre un colchón viejo y desgastado vamos a dar más vueltas en la cama buscando una posición más confortable. Como consecuencia los patrones del sueño se verán alterados y cuando nos levantemos de la cama al día siguiente nuestro cuerpo estará fatigado y como consecuencia sentiremos cansancio. Si esto se repite noche tras noche se llegará a sufrir todos los problemas asociados al insomnio. Este puede provocar mayores problemas en la salud ya que puede afectar directamente el sistema inmune y bajar las defensas.

Como veis conviene revisar vuestro colchón y aseguraros que está en unas buenas condiciones, no debemos renunciar a un buen descanso, la salud nos va en ello. Y hacer lo que esté a nuestro alcance para conservar la de nuestros hijos es un acto de amor.

Salud es un estado completo de bienestar físico, mental y social, y no sólo la ausencia de enfermedad” (OMS)

Roncar no es saludable: consejos

Roncar son sonidos respiratorios profundos, fuertes y molestos que tienen lugar durante el sueño como consecuencia de una obstrucción parcial de la respiración mientras se duerme a consecuencia de las dificultades que se encuentra el aire al pasar por la parte posterior de la boca y la nariz.


Aunque este incómodo sonido no se considera una enfermedad, es un inconveniente para el roncador y su entorno. No obstante se debe acudir al especialista cuando el ronquido sea excesivamente molesto y se quiera mejorar la calidad de vida.




Según los datos de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica el 50% de los hombres y el 25% de las mujeres roncan. Afecta a mayor número de hombres que a mujeres, especialmente entre los 50 y 60 años., con los años la vía aérea se hace más estrecha y se pierde tono muscular en la garganta, con lo cual el flujo de aire inspirado es más dificultoso y favorece el ronquido. En menor porcentaje, pero también presente alrededor del 10-12% de los niños también ronca, en estos la principal causa son unas amígdalas grandes.

Roncar puede darse en episodios pasajeros provocado por un catarro, alergia o por beber alcohol, o en las mujeres  a causa del embarazo. Pero el problema surge cuando el ronquido se hace cotidiano.

En este caso lo primero que debe descartarse es que esté asociado a una “apnea del sueño” que provoca pausas respiratorias durante el sueño. Para ello un especialista neumólogo valora la situación.

Cabe tener en cuenta que el origen del ronquido puede residir en la anatomía de la persona, en este caso la valoración la tendrá que hacer un otorrinolaringólogo o un especialista en cirugía maxilofacial.

La postura que se adopte al dormir también influye en el ronquido. Dormir boca arriba lo facilita, aunque puede aparecer en cualquier posición.

Cuando el roncar se hace de forma habitual se convierte en un auténtico problema de salud para el que lo sufre y también para los que le rodean. Sin duda hemos escuchado más de una vez frases como “has dormido como una marmota, a pierna suelta…como roncabas”, relacionar el roncar con el buen dormir es un término equivocado, nada más lejos de la realidad.

Otra causa del ronquido puede ser el sobrepeso y obesidad, los obesos tienen 5 veces más probabilidades de roncar y está demostrado que pequeñas pérdidas de peso implican una importante reducción de los ronquidos. Si unimos a adelgazar hacer ejercicios que nos ayuden a fortalecer la musculatura respiratoria y prevenir la obesidad, al menos 4 horas a la semana, las posibilidades aumentan.

Es importante tener conocimiento de si se ronca ya que puede ser síntoma de una enfermedad, aunque no suele ser lo general. La mayor parte de los casos son ronquidos simples que no se asocian a ninguna patología.

En estos casos existen unos pequeños trucos para poner en práctica y poder reducir el ruido e incluso eliminarlo:

  • Dormir de lado. Hay que evitar dormir boca arriba. De lado la posición anatómica de la vía aérea es más favorable y está más abierta y reducirá significativamente los ronquidos.

  • Evitar el consumo de tóxicos (tabaco, alcohol, estimulantes). El tabaco es malo para todo. Más aún para quienes roncan. Produce una inflamación en la vía aérea superior y eso puede favorecer el ronquido y las apneas.

  • La pérdida de peso, si es el caso. Se puede desarrollar un síndrome de desregulación del centro respiratorio a nivel neurológico que favorece el ronquido y  las apneas. Volver al peso ideal puede hacer desaparecer el problema.

  • Ante un catarro o congestión nasal puede ayudar las tiras nasales.

Para el que escucha el ronquido:

Quién soporta los ronquidos de su compañero sufre más que el propio roncador. Según una encuesta de la Fundación Nacional del Sueño, alrededor de un 25% de personas han visto disminuir la calidad de su sueño a causa de los ronquidos de su compañero de cama.

Existen numerosos remedios caseros que supuestamente, puede llevar a la práctica el compañero de cama del roncador para ayudarse en su descanso.

  • Partir una cebolla por la mitad y colocarla en la mesilla de noche.

  • También un vaso de agua con bicarbonato

  • Ponerse tapones podría ser otra solución pero muchas veces no es suficiente para bloquear el ruido.-Existen en el mercado una serie de dispositivos basados en la llamada “tecnología de cancelación de ruido” los llamados audífonos inteligentes. Crean ondas para reducir los ruidos externos y emiten sonidos relajantes para favorecer el sueño.




  • También podemos recurrir a sacudir al compañero de cama que nos está molestando con esos ruidos tan molestos. Esto puede hacer que vuelva al silencio, aunque tal vez por poco tiempo.