En estas semanas que llevamos de confinamiento en casa por la crisis del coronavirus muchas personas cuentan que sueñan mucho más que antes, recuerdan el sueño, cuando antes tenían sensación de no haber soñado, incluso es normal que se den sueños raros, extraños, insólitos.
Es cierto que durante el confinamiento los sueños han cambiado llegando a convertirse a veces en angustiosas pesadillas. El trastorno por pesadillas se entiende como señales de alarma sobre las inquietudes, miedos y temores de las personas que nuestra consciencia oculta y que nuestro subconsciente recupera en la fase de sueño, especialmente cuando no hay demasiados nuevos estímulos en el día a día, tal y como ocurre ahora en el confinamiento. Ocurre cuando el contenido de los sueños es muy realista, muy vívido, o porque reflejan situaciones que nos producen ansiedad. Situaciones desagradables en las que nos cuesta escapar de un sitio.. experimentar situaciones violentas o con una carga emocional más intensa de lo habitual. Este trastorno se ve agravado cuando hay situaciones en nuestra vida diaria que aumentan nuestros niveles de estrés y ansiedad como es el caso de la pandemia que estamos viviendo y aparecen sueños raros con cuestiones relacionadas con el coronavirus, con las medidas tomadas para paliar la pandemia en alguna de sus formas, con el estado de alarma, con los supermercados desabastecidos, con el miedo a enfermar por el virus, La percepción de forma diferente del valor de la economía, del trabajo, de las relaciones afectivas, del ocio…. la incertidumbre ante el futuro, con el fin del mundo…Es normal que nos sintamos más irritados o que experimentemos impotencia ante lo que está ocurriendo, porque la sensación de no tener el control es muy fuerte, en muchos casos los sueños tienden a ir un poco por delante de lo que nosotros nos damos cuenta de nosotros mismos. Quizá durante el día no haya tenido tiempo ni me haya podido parar a sentir miedo, pero en el sueño puede manifestarse en forma de imagen y sufrimos de sueños raros.
De alguna manera nuestro subconsciente lo plasma en nuestros sueños.
+
¿Por qué sucede esto?
Vamos a intentar llegar a una explicación de por qué ocurre.
Con el confinamiento muchas personas duermen más de lo habitual. Cuando dormimos fuera de horarios o dormimos más tiempo, nos despertamos más, nuestro sueño se hace más ligero. Por eso es más probable que nos acordemos de los sueños, pues tenemos más posibilidades de despertarnos mientras estamos en la fase en la que estos ocurren.
A esto se suma que, al dormir más y con un sueño más ligero, también tenemos la posibilidad de tener lo que llamamos más ciclos del sueño y más sueño REM, que es la fase en la que soñamos de forma intensa. Por tanto si esta fase del sueño es más larga, es normal que soñemos durante más tiempo de lo habitual.
Múltiples estudios han demostrado que nuestras actividades de vigilia crean una diapositiva de recuerdos que influyen en el contenido de nuestros sueños. Las emociones arrastradas durante el día pueden influir en lo que soñamos y como nos sentimos al respecto dentro del sueño mismo durante la noche. Por ello al encontrarnos sufriendo todos los cambios en incertidumbres de la cuarentena reducimos las fuentes de todos esos recuerdos cotidianos, limitando así el contenido de los sueños o provocando que el subconsciente busque recuerdos más profundos y originando sueños raros. Investigadores al respecto de esto han defendido científicamente la noción de que la tranquilidad mental conduce a un “efecto de sueño positivo”, en el que las personas que sueñan se sienten bien con lo que sucede en su mundo onírico. La ansiedad, por el contrario, está relacionada con el “efecto negativo del sueño”, según muestran los datos, lo que trae como consecuencia sueños atemorizantes o perturbadores.
Lo que si podemos decir con certeza es que la actual crisis de coronavirus ha provocado una gran cantidad de estrés y ansiedad para muchas personas y que investigaciones han demostrado que el aumento de la ansiedad durante el día puede conducir a un contenido más negativo en los sueños. Estos estudios sugieren que nuestros sueños son sensibles a nuestros entornos sociales durante el día. Es por ello que en esta crisis se dan sueños raros.
Para hacer frente a estos trastornos es importante cuidar la salud de nuestro sueño. Regular los pensamientos negativos…me voy a contagiar, me van a despedir, vamos a estar mucho tiempo en cuarentena…etc…son ideas que nos generan mucha intranquilidad y que afectan a nuestro bienestar y nuestro patrón del sueño.