Lo que quita el sueño de las mujeres es el tema que vamos a exponer hoy.
Las mujeres son más propensas a padecer trastornos del sueño que los hombres. Se ha demostrado que las mujeres que sufren de insomnio son el doble que el número de hombres, sin embargo también son capaces de dormir mucho más profundamente.
Existen factores biológicos y físicos que propician estas alteraciones en el sueño de las mujeres. Los culpables en gran medida son las hormonas sexuales: La Progesterona y los Estrógenos. Es por esto que los patrones del sueño se alteran a lo largo del ciclo menstrual, el embarazo y la menopausia.
Hasta la pubertad chicas y chicos tienen un dormir placentero y reparador pero al llegar la adolescencia los ritmos empiezan a cambiar en el sexo femenino, el sueño de las mujeres empieza a verse afectado, el ciclo menstrual es el mayor culpable de ello. En el periodo que va desde la ovulación a la menstruación aumentan los despertares nocturnos, se estás menos tiempo en la fase REM o sueño profundo y se tiene mayor dificultad para conciliar el sueño. Esto es debido a los niveles de estrógenos y el malestar se repite mes tras mes.
¿Cómo afectan las hormonas, los estrógenos y Progesterona a la calidad de el sueño de las mujeres?
Las hormonas tienen una función reguladora del equilibrio orgánico en múltiples aspectos del cuerpo y la mente. Por lo que los problemas hormonales pueden presentarse en diferentes aspectos físicos, mentales o emocionales.
Los Estrógenos aportan vitalidad física, psicológica y sexual. La progesterona tiene propiedades somníferas, anestésicas y ansiolíticas. Analizando sus propiedades es totalmente lógico que la disminución de los niveles de Progesterona provoque una alteración en el sueño de las mujeres.
En el embarazo se calcula que un 70% de la mujeres sufre algún tipo de trastorno de sueño, esto es debido al aumento del “cortisol”, una hormona asociada al estrés, así lo indica un estudio elaborado por el “Complejo Hospitalario de Pontevedra” y publicado en la revista de “Neurología”. También los diferentes cambios físicos que sufre no favorece el encontrar una postura cómoda que ayude a un sueño de calidad.
En el período de la Menopausia la mujer sufre una disminución del “estradiol” circulante y de la testosterona y un incremento en las hormonas foliculoestimulantes y luteinizantes, hormonas asociadas a cambios como los trastornos de sueño.
La depresión es un padecimiento que de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, sufre con mayor frecuencia también la mujer y uno de los síntomas más frecuentes es el insomnio. El insomnio sepamos que es la dificultad para conciliar el sueño, permanecer dormido durante la noche o despertarse demasiado pronto.
La experiencia de la maternidad habitualmente viene acompañada también de trastornos en el ritmo en el sueño de las mujeres, la llegada del bebe marca nuevos horarios, la lactancia materna y madres que nunca abandonan su vigilancia son algunas de las causas.
La doctora Mireia Pascual de la prestigiosa clínica del sueño Estivil, señala también que el ritmo de la vida actual y la carga de responsabilidades, hacen que la mujer actual altere su hábito de sueño, con las implicaciones que esto conlleva en la salud, rendimiento laboral y estado de ánimo.
Una buena fórmula para evitar este problema es incorporar en la rutina diaria una dosis de ejercicio, la actividad física reduce el Cortisol y disminuye el estrés, con lo que el sueño de las mujeres mejorará y podrán descansar mejor.