La Navidad es una época muy importante para la mayor parte de las personas, fechas de sentimientos, reencuentros, celebraciones, regalos, también época de excesos donde los compromisos y celebraciones se llevan a cabo alrededor de una mesa con abundante comida.
Todo esto genera cambios en las rutinas habituales y muchas veces desencadenan estrés.
Los horarios de comida y sueño se van a ver afectados.
La comida influye directamente en nuestro cuerpo y por tanto en nuestro sueño.
Hacemos excesos con la dieta, las comidas son más copiosas y grasas y las acompañamos de bebidas alcohólicas y postres de turrones, polvorones y dulces en abundancia que son demasiado pesados. Aunque habitualmente relacionamos Navidad con comer lo que nos apetezca sin control, tenemos que tener cuidado con la alimentación si queremos tener un sueño de calidad.
¿Y qué podemos hacer para que nuestro sueño se altere lo menos posible en estas fechas?
Vamos a dar por hecho que las comidas van a ser más abundantes y calóricas de lo normal pero podemos ayudar que no sea de forma desorbitada.
Las sobremesas largas con dulces y bebidas alcohólicas conviene reducirlas al máximo, aceleran nuestro organismo y perjudican el sueño.
Tomar verdura fresca cómo guarnición es muy aconsejable así como beber abundante agua a lo largo de la jornada.
El chocolate no es recomendable por la noche es un excitante.
Tenemos también que evitar cambios drásticos de horarios en el sueño, podemos ir paulatinamente acostumbrando al cuerpo unos días antes.
Entre los días de celebración es importante hacer ejercicio físico y que sea unas 3 horas cómo mínimo antes de acostarse ya que el ejercicio activa nuestro organismo y esto es negativo para conciliar el sueño.
Si el ejercicio físico además lo realizamos al aire libre, con luz del día, la hormona de la melatonina que es la que marca el patrón de sueño-vigilia se incrementará y nos beneficiará para dormir mejor.
Desde ColchonVip queremos que viváis estas fiestas con alegría y felicidad, para ello es imprescindible descansar.
Y para terminar…..
Cuando la Navidad nos convoca, nadie queda excluido, desde el más pequeño al mayor, nos fundimos en un abrazo, abrazamos y nos dejamos abrazar porque es una forma de dar amor y porque estamos en Navidad.