Estar en casa no es necesariamente indicador de descanso. La situación actual de el confinamiento prolongado que estamos viviendo está alterando el sueño de los españoles.
La falta de actividad física y una menor exposición a la luz solar, la pérdida de horarios regulares de acostarnos, levantarnos, de comidas, trabajo, de realizar deporte e incluso nuestro tiempo de ocio y el hacer todas estas actividades en el mismo espacio físico, nuestra casa, inciden directamente en el reloj biológico que regula nuestro sueño.
El confinamiento ha provocado un cambio total de las rutinas que teníamos establecidas y con ello los ritmos vitales. El objetivo de tener rutinas es diferenciar el día de la noche, enseñarle al cerebro que la noche y el día no son iguales, y cuando llegue la noche este pueda relajarse. En el confinamiento muchas personas no siguen las mismas rutinas y el cerebro se pierde. Esto según los expertos es el primer problema para conciliar el sueño durante el confinamiento. Ya no dormimos del tirón, sino que despertamos más veces de lo habitual, al mismo tiempo que no somos capaces de dormir las 7-8 horas que solemos descansar habitualmente.
Roncar son sonidos respiratorios profundos, fuertes y molestos que tienen lugar durante el sueño como consecuencia de una obstrucción parcial de la respiración mientras se duerme a consecuencia de las dificultades que se encuentra el aire al pasar por la parte posterior de la boca y la nariz.
Aunque este incómodo sonido no se considera una enfermedad, es un inconveniente para el roncador y su entorno. No obstante se debe acudir al especialista cuando el ronquido sea excesivamente molesto y se quiera mejorar la calidad de vida.
Según los datos de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica el 50% de los hombres y el 25% de las mujeres roncan. Afecta a mayor número de hombres que a mujeres, especialmente entre los 50 y 60 años., con los años la vía aérea se hace más estrecha y se pierde tono muscular en la garganta, con lo cual el flujo de aire inspirado es más dificultoso y favorece el ronquido. En menor porcentaje, pero también presente alrededor del 10-12% de los niños también ronca, en estos la principal causa son unas amígdalas grandes.
Roncar puede darse en episodios pasajeros provocado por un catarro, alergia o por beber alcohol, o en las mujeres a causa del embarazo. Pero el problema surge cuando el ronquido se hace cotidiano.
En este caso lo
primero que debe descartarse es que esté asociado a una “apnea del sueño” que
provoca pausas respiratorias durante el sueño. Para ello un especialista neumólogo
valora la situación.
Cabe tener en
cuenta que el origen del ronquido puede residir en la anatomía de la persona,
en este caso la valoración la tendrá que hacer un otorrinolaringólogo o un
especialista en cirugía maxilofacial.
La postura que se
adopte al dormir también influye en el ronquido. Dormir boca arriba lo
facilita, aunque puede aparecer en cualquier posición.
Cuando el roncar se hace de forma habitual se convierte en un auténtico problema de salud para el que lo sufre y también para los que le rodean. Sin duda hemos escuchado más de una vez frases como “has dormido como una marmota, a pierna suelta…como roncabas”, relacionar el roncar con el buen dormir es un término equivocado, nada más lejos de la realidad.
Otra causa del
ronquido puede ser el sobrepeso y obesidad, los obesos tienen 5 veces más
probabilidades de roncar y está demostrado que pequeñas pérdidas de peso
implican una importante reducción de los ronquidos. Si unimos a adelgazar hacer
ejercicios que nos ayuden a fortalecer la musculatura respiratoria y prevenir
la obesidad, al menos 4 horas a la semana, las posibilidades aumentan.
Es importante
tener conocimiento de si se ronca ya que puede ser síntoma de una enfermedad,
aunque no suele ser lo general. La mayor parte de los casos son ronquidos
simples que no se asocian a ninguna patología.
En estos casos existen unos pequeños trucos para poner en práctica y poder reducir el ruido e incluso eliminarlo:
Dormir de lado. Hay que evitar dormir boca arriba. De lado la posición anatómica de la vía aérea es más favorable y está más abierta y reducirá significativamente los ronquidos.
Evitar el consumo de tóxicos (tabaco, alcohol, estimulantes). El tabaco es malo para todo. Más aún para quienes roncan. Produce una inflamación en la vía aérea superior y eso puede favorecer el ronquido y las apneas.
La pérdida de peso, si es el caso. Se puede desarrollar un síndrome de desregulación del centro respiratorio a nivel neurológico que favorece el ronquido y las apneas. Volver al peso ideal puede hacer desaparecer el problema.
Ante un catarro o congestión nasal puede ayudar las tiras nasales.
Para el que escucha el ronquido:
Quién soporta los ronquidos de su compañero sufre más que el propio roncador. Según una encuesta de la Fundación Nacional del Sueño, alrededor de un 25% de personas han visto disminuir la calidad de su sueño a causa de los ronquidos de su compañero de cama.
Existen numerosos remedios caseros que supuestamente, puede llevar a la práctica el compañero de cama del roncador para ayudarse en su descanso.
Partir una cebolla por la mitad y colocarla en la mesilla de noche.
También un vaso de agua con bicarbonato
Ponerse tapones podría ser otra solución pero muchas veces no es suficiente para bloquear el ruido.-Existen en el mercado una serie de dispositivos basados en la llamada “tecnología de cancelación de ruido” los llamados audífonos inteligentes. Crean ondas para reducir los ruidos externos y emiten sonidos relajantes para favorecer el sueño.
También podemos recurrir a sacudir al compañero de cama que nos está molestando con esos ruidos tan molestos. Esto puede hacer que vuelva al silencio, aunque tal vez por poco tiempo.
Lograr que un niño aprenda a dormir solo es el objetivo de muchos padres
Sin tener en cuenta la edad que tengamos, todos sabemos que el sueño es una parte integral de la vida cotidiana, una necesidad biológica que permite restablecer las funciones físicas y psicológicas esenciales para un pleno rendimiento. Sin embargo es deber de los padres con hijos en edades tempranas que estos adquieran un correcto aprendizaje de dormir, al igual que les enseñamos conductas para una correcta maduración y que les ayudan a la autonomía también tenemos que enseñar a dormir a los niños, y dormir solos.
Un bebe o niño bien descansado estará más activo, lleno de energía y de buen humor. De ahí que sea tan importante ayudarles a conseguir un sueño reparador. Un niño puede despertarse por muchos motivos durante la noche: puede tener hambre, pedir afecto, porque esté incómodo o tenga dolor, quiera volver a dormirse y no sepa hacerlo sólo. Los padres son quienes tienen que resolver estas necesidades del niño. Hay que facilitarle al niño todas las condiciones que le ayuden a conciliar el sueño por sí solo.
Al igual que los adultos, los pequeños de la casa necesitan momentos previos de tranquilidad para relajarse y dormirse más fácilmente. Independientemente de la edad que tengan es necesario establecer rutinas para la hora de acostarse, esto les ayudará a relajarse y prepararse para dormir. El organismo de los niños funciona como un mecanismo de relojería, por eso hay que establecer un horario y ser muy estricto en su cumplimiento. Un niño acostumbrado a ir a la cama todos los días a la misma hora, empezará a sentir sueño cuando se acerca la hora. Es necesario ser muy estricto y no permitir que se cambie la hora de ir a la cama. Esto no implica gritarle y ponerse nervioso, sino manteniendo la calma, con palabras amables, a la vez que con tenacidad y persuasión. Cuando se consiga hacerlo un hábito todo será más sencillo.
El niño normalmente quiere alargar el momento de irse a la cama, están ocurriendo muchas cosas a su alrededor, y él también quiere participar. Está también empezando a comprender que él es una personita independiente, separada de la madre y del padre, y quiere hacerse valer imponiendo sus deseos con gritos, pataletas o lloros para conseguirlo. No se debe rendir uno a sus deseos, se le puede permitir que escoja otras alternativas, como el cuento que quiere que le lea o el peluche con el que quiere dormir, esto le dará al niño sensación de control sobre su mundo y los padres a su vez estarán fomentando la idea de que son ellos los que mandan y que la noche es para dormir. Son los padres quienes deben enseñar a dormir a los niños porque a su hijo no le importa qué hora es, siempre y cuando se satisfagan sus necesidades.
Ante una pataleta no elevar el tono de voz y mantener la calma ayuda a que no crezca la tensión.
Marcarles un ritual previo a la hora de acostarse es aconsejado por la mayoría de psicólogos y pediatras. A los niños les gusta que ciertas cosas ocurran todos los días a la misma hora y en el mismo orden. El baño antes de cenar, la cena, lavar los dientes, hacer pis, ponerse pijama, todo ello en compañía y como un juego placentero, les predispone a meterse en la cama y dormir.
Una vez que ya se le tiene en la cama vienen los interrogantes de que hacer para que se duerma solo, es necesario seguir el ritual con algo relajante que le tranquilice como puede ser cantarle una melódica canción, leerle un cuento no excitante, hablar un poco con él y reírse. Acabadas todas las tareas que hacen el ritual llega el momento de dejarlo a solas en cama dándole seguridad con algunas palabras cariñosas como que es la hora dormirse, que papa y mama lo cuidaran, darle besos y abrazos, conseguir dormir a los niños es a veces tarea ardua.
Sin duda el niño reclamará de nuevo la atención demandando una serie de cosas que todos los días serán repetitivas, puede ser hacer pis, un vaso de agua, un beso…etc….hay que anticiparse a sus demandas y tenerle a mano eso que suele reclamar y que es razonable por supuesto. Antes de salir de su cuarto le recordamos que ya hizo pis, que tiene el vaso de agua en la mesilla y su osito preferido junto a él y que papa y mama le quieren mucho, lo besamos y damos las buenas noches. Es necesario salir del cuarto antes de que se duerma.
No es sorprendente que de nuevo pida otro vaso de agua y otro….y otro…o llama demandando cualquier otra cosa, no debemos permitirlo, el niño disfruta mucho estando al lado de los papas y ese tiempo quiere prolongarlo. No se debe ceder a sus deseos, ni permitirle esto o lo otro, lo aconsejable es ser tajantes, hacerle comprender que el tiempo de juego ha terminado y es la hora de dormir todos.
Para conseguir enseñar a dormir a los niños solos, estas rutinas tienen que ser repetidas todas las noches, si los padres no son firmes en su ejecución al niño le creará confusión, comprenderá rápidamente que puede ganar a veces la batalla y la situación se verá empeorada, por lo que es mejor evitar en la medida de lo posible las excepciones.
Sin embargo si todas las noches llevamos a la práctica el ritual para dormir a los niños y se repite con firmeza, se ayudará al niño a anticipar que es lo que va a pasar y que tiene que hacer siempre a la misma hora.
Sin duda que habrá situaciones que requieran el dormir acompañado, sobre todo si el niño es muy pequeño y tiene algún malestar importante, podemos hacerle entender que se dormirá con él porque es necesario, pero se le explicará que no será de forma habitual.
Se trata de ayudarle a su desarrollo, por lo tanto acompañaremos, pero fomentaremos que duerman de modo autónomo.
El Otoño trae consigo una disminución de horas de luz, decisorias en la calidad y la cantidad de sueño
El otoño ya llego, se ha instalado entre nosotros y nos acompañará los próximos tres meses. La llegada del otoño puede provocar una sensación de desgana, apatía y tristeza en muchas personas. Es lo que se llama astenia otoñal.
Esta estación además de la caída de la hoja trae consigo también el aumento de casos de insomnio, el insomnio en el otoño es algo muy usual. Psiquiatras y expertos en salud atribuyen muchos de estos síntomas a procesos químicos internos relacionados con el cambio de luz, temperatura, color en el paisaje, cambio de hora y la rutina como causante de señales internas en nuestro cerebro, que envía órdenes al sistema hormonal. El resultado es un aumento de melatonina, la hormona encargada de regular aspectos como el sueño, apetito y la temperatura corporal.
El factor sol por si solo puede alterar el ritmo biológico. Durante el mes de septiembre y octubre se reduce las horas de luz a un máximo de 9 horas, mientras que durante los meses de verano tenemos hasta 12 horas de sol. La luz solar nos proporciona vitamina D, que ayuda a varias funciones corporales, incluido el sueño. Es por esto que con la llegada del otoño nuestros ciclos de sueño pueden verse alterados y aparece el insomnio en el otoño, una situación que se acentúa con el cambio de hora y la llegada del invierno. Por desgracia la mayoría de la población no pasa tiempo suficiente al sol como para asegurar el mínimo que necesitamos. Recibir la luz solar es necesario para la salud.
La incapacidad para conciliar el sueño con normalidad en otoño es una realidad y causa frecuente de consulta en atención primaria ya que supone del 30 al 50% en personas adultas las que padecen insomnio en el otoño.
Esta alteración suele durar unas tres o cuatro semanas, hasta que la persona se acostumbra al nuevo ritmo de vida que impone el otoño.
(Pintura: Cesar Ayllon)
Para superar estos episodios de falta de sueño se suele recurrir con demasiada frecuencia a fármacos, como las benzodiacepinas, un fármaco para dormir que puede crear dependencia. Es necesario evitar siempre que sea posible, ya que la persona que lo toma necesita cada vez más dosis para conseguir dormir.
Al tratarse de un insomnio ocasional es preferible seguir unos hábitos de higiene del sueño y ayudarse de remedios naturales para dormir mejor. Existen plantas medicinales que pueden ayudar a conciliar el sueño como la valeriana, melisa, tila, amapola, pasiflora, que no tienen los efectos secundarios ni el peligro de adición que presentan las benzodiacepinas.
Buscar planes de ocio atractivos, preferentemente a la luz del día nos ayudara a superar el insomnio en el otoño. Es una bonita estación para disfrutar de excursiones por el campo observando los cambios que nos ofrece la naturaleza, paseos por parques y jardines con los peques y las mascotas. Practicar actividades que nos hagan sentir bien. Alternar el ocio con el trabajo, en la medida de lo posible es fundamental. Cultivar las relaciones familiares y de amigos. Tenemos a nuestro alcance muchas herramientas para evitar caer en la apatía y combatir a su vez el insomnio en el otoño. Muchas veces la actitud es tan importante como los remedios…calmar, serenar, relajar, disfrutar de las distintas sensaciones recreándonos con detalles que nos gustan, practicando las aficiones que nos proporcionan tanto bienestar….vivir el momento y sonreír….
La Belleza del sueño es real. “La bella durmiente” no era bella por casualidad, el largo sueño que tuvo seguramente le aporto sus beneficios.
La fuente de la eterna juventud podemos tenerla al alcance de todos, sin duda el sueño es lo más parecido a ella. Un sueño profundo puede hacer maravillas en la cara…tanto como el aloe vera, botox, o la más sofisticada medicina ortomolecular. Ahora el bom es «clean sleeping» o «dormir«, confesado como el secreto de la belleza de muchas famosas.
¿Qué es esto? sencillamente cuidar la cantidad y calidad del descanso, dormir 8 horas de sueño cada noche, sin interrupciones y en profundidad.
Debemos dar al sueño la importancia que se merece y que en los últimos tiempos la estamos olvidando. El ritmo de vida que llevamos, trabajo, compromisos familiares, televisión, móviles y llega la noche y continuamos haciendo tareas que en el día no dio tiempo a terminarlas. Hemos introducido en nuestras vidas una velocidad que está generando cambios en nuestro reloj social. Somos una sociedad con déficit crónico de sueño y esto acelera el envejecimiento cutáneo.
Dormir es muy importante para el cerebro, éste necesita hacer tareas de mantenimiento, reparar daños celulares, eliminar toxinas que acumula durante el día, elevar el suministro de energía y archivar recuerdos.
Está demostrado que si pasamos varios días durmiendo poco, muchas células de nuestro cerebro mueren y esto tiene implicaciones graves.
Dormir embellece
Y si eso fuera poco, dormir tiene unos beneficios también para la belleza. La piel usa las horas que duerme para recuperarse de los daños sufridos durante el día. Durante el sueño la piel aumenta su oxigenación celular, la musculatura facial se beneficia de reposo y se eliminan las radicales libres, esas moléculas que activan el envejecimiento celular incluidas las de la piel.
Y es que durante el descanso nocturno las células se renuevan hasta 8 veces más rápido que durante el día.
La piel comienza la generación de un nuevo tejido. La producción de colágeno se incrementa considerablemente, siendo importante éste para mantener la resistencia y elasticidad de la piel.
Descansar bien es la mejor manera para despertar con una apariencia fresca y lozana.
Como vemos son múltiples lo beneficios del sueño para la belleza, algunos más vamos a nombrar.
La piel sufre menos y tiene un aspecto más claro y resplandeciente, se muestra más atractiva.
Los ojos lucen más brillantes y las ojeras desaparecen o se muestran menos oscuras.
La hormona del crecimiento tiene su mayor actividad en la noche y es la que promueve la regeneración de células en la piel. La piel digamos que con ésta actividad se cura a sí misma.
La piel por la noche respira más lento y profundo, oxigenándose mejor. Ésto hace que aumente la permeabilidad, es por esto que los productos cosméticos se absorben más rápido.
Dormir bien el mejor cosmético
Nuestra piel es reflejo de nuestro mundo interior. Cuando no dormimos bien nuestra piel se torna más oscura, ojos hinchados, rasgos cansados, piel más opaca, expresión de amargura y cansancio en el rostro, esto día tras día genera más extrés y como consecuencia un envejecimiento prematuro.
Dormir más y mejor es sinónimo de una piel perfecta, sobre todo en el rostro, nos hace más atractivos, es el tratamiento de belleza más natural y económico, el sueño juega un papel tan poderoso que debe de ser una de nuestras prioridades, ya que dormir bien es «Calidad de Vida«.
El colchón es fundamental para conseguir una buena calidad del sueño, en él vamos a pasar muchas horas del día y el cuerpo necesita la superficie apropiada para un descanso saludable. Pero esto ya forma parte de otro «Post» diferente.