Cada 1 de agosto se celebra el Día Mundial de la Alegría, sirve para reflexionar sobre la importancia de tener presente ese sentimiento en cada momento de la vida y su poder transformador.
Ganar la lotería a todos nos produce una gran alegría, ¿A que si?, el estado de ánimo que nos produce todos lo abrazamos y deseamos. El bienestar mental que nos proporciona es alto. Pero también es cierto que el camino de la felicidad tiene otras variables.
Un estudio realizado nos asegura, que el bienestar producido por dormir bien, es equiparable a ganar un cuarto de millón de dólares…que aproximadamente serán 240.000€.
Hay un gran número de razones que apoyan que el sueño es un gran medicamento para ser feliz. El escritor norteamericano Robert a. Heinlein decía: “la felicidad consiste en dormir lo suficiente, solo eso, nada más”. Diversas divulgaciones le dan la razón y afirman que las personas que duermen más gozan de un mayor bienestar y calidad de vida.
Mientras dormimos, el cuerpo libera sustancias químicas que ayudan a mitigar las preocupaciones y malos recuerdos. Dormir es un modo de reparar la mente del sufrimiento y la tensión. Cuando dormimos bien el cuerpo lo nota y la mente también, vemos el mundo con una visión de agrado y alegría, nos da una fuerza motriz que nos hace ver que podemos con todo y estamos más contentos. Sin embargo después de una mala noche nos levantamos apáticos, sin ganas de hacer nada y una visión más pesimista del mundo.
Tenemos que reconocer que un sueño reparador nos hace más felices. Nos despertamos con más energía y mejor humor. Por eso es importante no solamente dormir sino descansar. Demos en este sentido importancia a tener unos buenos hábitos de sueño, el dormitorio, prepararlo con esmero, de forma que sea un ambiente acogedor en el cual nos sintamos cómodos y relajados, será nuestro espacio de descanso y felicidad. Prestemos mucha atención al colchón y la almohada, ellos jugaran un papel prioritario para conseguir un sueño reparador.
Una persona alegre rinde más, tiende a estar más sano, a superar las dificultades, y a provocar alegría a las personas que tiene alrededor, a hacer el bien. La alegría se multiplica exponencialmente, si compartimos la alegría, más personas se contagiaran de este sentimiento, uno de los más hermosos que puede tener el ser humano.
Con el tono vital alto la alegría nos acompañará toda la jornada…vamos a cuidarla y mimarla para que este el máximo tiempo con nosotros, ella es muy viajera y a veces se escapa de nuestro lado, tenemos que poner de nuestra parte para que nos acompañe. Nosotros somos felices en su compañía, nos activa el organismo entero haciéndonos más felices. Vamos a sonreírle…o mejor regalarle carcajadas….ella nos dará a cambio una buena calidad de vida…nos dará felicidad.
“Ser feliz puede ser un sueño al alcance de todos”